MARTÍN ESTOL

VIOLETA

A los dos días de nacer, aún en la clínica, tomé a Violeta en brazos y bailé con ella por primera vez.

Bailamos muchas veces desde entonces. Aprendió a hablar, a caminar, conoció el mar, tuvo un hermano. Con mi mujer crecimos, nos volvimos padres, formamos una familia.

La fotografié, sin saberlo, antes de su concepción, en el mar, en mi mujer. Fotografié el embarazo. La fotografié desde que nació.

Estas imágenes fueron realizadas entre 2004 y 2010 en siestas, juegos, viajes. Fotografiarla es para mí otra forma de conocerla, acompañarla, amarla.